Esta semana vamos a tratar sobre los desequilibrios musculares. El ejemplo más claro es el de todas aquellas personas que se “olvidan” de trabajar el tren inferior en los gimnasios. ¿Por qué no trabajamos las piernas igual que trabajamos el tronco y brazos? Muchas personas opinan que es por razones estéticas, otros que dependen de si somos mujeres u hombres, las mujeres siempre entrenan más las piernas que los hombres. En este artículo vamos a tratar de explicarte la importancia que tiene trabajar las piernas y cómo influye este en nuestro equilibrio muscular corporal.
El fallo por excelencia es dejar de entrenar un grupo muscular tan grande como la pierna. Hay excusas de todo tipos a la hora de dejar entrenar este gran grupo muscular:
Tiempo:
Es la excusa por excelencia. Cuando solo podemos entrenar pocos días preferimos trabajar el resto de grupos musculares a las piernas.
Sería mucho mejor redistribuir el entrenamiento ya que dejar de entrenar la pierna es como dejar de entrenar 3 grupos musculares: los gemelos que se equipararían en tamaño al bíceps, el cuádriceps que sería como dejar entrenar el pectoral y los femorales que sería algo así como los tríceps.
"Ya tengo muy desarrollado en el tren inferior"
Otra excusa es decir que uno tiene tanto un tren inferior muy desarrollado y que si lo sigue entrenando se le va a seguir desproporcionando con respecto al tren superior, así que dejando de entrenarlo intentan que se equilibren ambas zonas.
Esto es un error ya que una cosa es tener volumen muscular y otro tono muscular, es decir, se puede tener un buen volumen sin que el músculo esté en forma, por eso es mejor entrenarlo, quizá a una intensidad menos elevada que el resto de los grupos pero nunca dejar de entrenarlo.
"Quiero un cuerpo musculado, las piernas me da igual"
Es la excusa de la operación bikini, es decir, de aquellas personas que sólo les interesa marcar un poco de pecho, bíceps y sobre todo abdominales para que les vean bien en la playa, además de hacerlo siempre un mes antes de que empiece el verano y el resto del año no hacen gran cosa.
Si se quiere ganar músculo entrenar las piernas es básico, ya que dejándolas sin entrenar se deja en torno a un 30% de la musculatura sin entrenar, si se entrenan se activa mucho más el crecimiento muscular y la activación de las hormonas anabólicas con lo que todo tu cuerpo crecerá mucho más.
"Hago 30 minutos de cardio intensivo, con eso las entreno"
No hay un sólo atleta profesional bien sea de triatlón, de maratón… que no entrene al menos un par de días las piernas intensamente en el gimnasio. Con el cardio se activan y entrenan un rango de fibras musculares y entrenándolas en el gimnasio se amplía ese rango mejorando la tonificación y el estado de forma de las mismas, ideal para cualquier situación o imprevisto de la carrera.
Otro asunto muy importante al no entrenar piernas es el origen de desequilibrios musculares. Aunque nuestro cuerpo no es simétrico por completo, un entrenamiento no planificado o planificado incorrectamente puede dar origen a descompensaciones musculares o a una zona del cuerpo mucho más trabajada que otra.
Estos desequilibrios musculares pueden ser originados por diferentes factores, entre ellos, la funcionalidad de cada zona corporal. Por ejemplo, los músculos que usamos a diario para mantener la posición erguida y movernos siempre suelen estar más tonificados que aquellos que se usan para realizar movimientos específicos, como por ejemplo, lanzar una pelota o realizar una extensión de tríceps.
Una mala técnica al realizar ejercicios, una incorrecta planificación del entrenamiento o bien, la práctica de un deporte asimétrico como el tenis, en donde un lado del cuerpo siempre se esfuerza más que otro favorece la aparición de desequilibrios musculares.
Consecuencias
Si la descompensación es producida por un entrenamiento incorrecto, sin duda la consecuencia será un lado más desarrollado que el otro, es decir, un brazo más grande o el tren superior más voluminoso que el tren inferior.
Nos podemos encontrar desde problemas estéticos hasta molestias, dolores y otros inconvenientes de salud en nuestro cuerpo son las consecuencias de tener desequilibrios musculares...
Para evitarlo es fundamental trabajar las zonas musculares que menos intervienen en la disciplina deportiva.
Asimismo, si visualizamos un leve desequilibrio en nuestro cuerpo, lo recomendable es trabajarlo, realizando estiramientos y ejercicios de relajación en el lado o la zona más fuerte que tiende a acortarse y contraerse, y fortaleciendo el lado hipotónico, más débil o menos trabajado.
Si no actuamos ante una descompensación muscular o para prevenir la misma, el desequilibrio se acentuará con el paso del tiempo, dando origen a lesiones, molestias y demás consecuencias ya nombradas.
Por eso recuerda, trabaja siempre los músculos y su antagonista, planifica bien tu rutina, atiende a tu lado menos desarrollado y estira tu lado más involucrado en todos los movimientos que realizas.
Te recomendamos que entrenar de la manera correcta va a ser clave para prevenir futuras lesiones y los resultados de un buen entrenamiento aparecen a largo plazo no te obsesiones con tener unos músculos más desarrollados que otros.