Cuando hablamos de la salud no podemos podernos en manos de cualquier persona sino en manos de profesionales. En este artículo trataremos de exponerte como el desconocimiento y la buena fe de las personas puede ser aprovechada por personas que se hacen pasar por profesionales que no son.
Cuando te encuentras afectado por alguna dolencia recurres a diferentes profesionales de la salud como médicos, enfermeros, odontólogos, podólogos y fisioterapeutas. Vamos a centrarnos en estos últimos ya que es nuestra profesión.
La Fisioterapia es una Formación universitaria regulada por el Estado y cuyos títulos son otorgados por el Ministerio de Educación y Ciencia.
En ningún caso tienen validez académica alguna: cursos de masaje o quiromasaje, vendajes, terapias manuales, electroterapia, Kinesiterapia y un largo etcétera realizados por academias o centros de formación alternativos, no están reconocidos como centros de formación sanitaria que puedan otorgar titulación alguna de Fisioterapia.
Las titulaciones del Ministerio de Educación y Ciencia que facultan para la práctica legal de profesiones sanitarias no se otorgan en Academias sino en Universidades.
La titulación oficial permite a los y las fisioterapeutas trabajar en centros hospitalarios, mutualidades laborales y mutuas médicas, centros de salud, clínicas de fisioterapia, geriátricos, colegios y empresas de modo legal. Las titulaciones obtenidas al margen de la legalidad vigente con la finalidad de ejercer como terapeuta, no facultan para nada más que para esperar el momento en que el Colegio de Fisioterapeutas de la zona denuncie su actividad ilegal.
Nadie que no sea formado oficialmente, con la rigurosidad, los años y las prácticas hospitalarias imprescindibles debería nunca tratar ningún tipo de dolencia.
Hoy en día es fácil encontrar centros de formación que ofertan títulos de formación de osteoquiromasaje, osteopatia, especialista en masajes deportivos… Estos títulos y certificados con nombres cada vez más enrevesados son otorgados al margen del Ministerio de Educación y Ciencia y no proporcionan ninguna capacidad legal ni profesional para ejercer la Fisioterapia, ningún diploma les habilita para conseguir lo que legítimamente no han podido lograr al no haber sido expedidos por una Universidad Oficial.
Existen cursos de diversas técnicas de Fisioterapia que se imparten en centros privados, cuando se dirigen exclusivamente a fisioterapeutas entra dentro de la formación continua a la que los fisioterapeutas estamos tan acostumbrados, si se dirige a no titulados hay que estar muy atentos. Combatir el intrusismo es una labor de todos, si conoces de este tipo de cursos que no estén dirigidos exclusivamente a Fisioterapeutas denúncialo en el Colegios de Fisioterapeutas de tu provincia.
¿Qué riesgos puedo correr si decido ponerme en manos de personas no titulas oficialmente?
Partimos del dogma de que cada uno es libre de elegir la persona a la cual acudir. Ahora bien, se debe tener en cuenta que las garantías que ofrece un profesional sanitario, regulado por Ley en nuestro país, no son comparables a las que puede ofrecer un pseudoprofesional. En ocasiones, la escasa formación de estas personas puede comprometer gravemente la salud de los pacientes a los cuales tratan, al aplicar técnicas o métodos cuyos efectos no sean los más indicados e, incluso, ser contraindicadas. En otros casos, el paciente puede verse desamparado en el supuesto de reclamación o conflicto, en cuanto a responsabilidad civil, ya que, a diferencia de los Fisioterapeutas colegiados que sí tienen cubiertos estos riesgos, la mayoría de estas personas no tienen contratada ninguna póliza, lo que se traduce en un riesgo para quien se pone en sus manos.
Desde el Centro de Fisioterapia y Osteopatia Casado Nájera, te recomendamos que siempre te pongas en manos de profesionales calificados, no es una cosa con la que se puede jugar. ¡Ayúdanos, denuncia el intrusismo!.