Tacones: nuestros eternos enemigos

Estamos en período de fiestas y seguro que ya tienes pensado el vestido y zapatos que vas a ponerte, pero ¿sabes cuánto daño pueden hacerte esos zapatos?
En este blog queremos explicarte algunas de las consecuencias de ponerse tacones y también explicarte que puedes hacer para no verte afectada.

 CONSECUENCIAS:

  • Genera acortamiento de la musculatura de gemelos y soleo. Cuanto más alto es el tacón más acortamiento favoreciendo la aparición de calambres y problemas en tendón de aquiles.
  • El acortamiento de toda la cadena posterior genera también cambios a nivel de los tendones del pie apareciendo los conocidos como “dedos martillo”.
  • El exceso de carga en el antepie (parte anterior del pie) genera sobrecarga de la base del primer meta, favoreciendo la aparición de juanetes.
  • El exceso de carga en el antepie asociado a un zapato estrecho puede llevar a una inflamación del nervio que discurre entre los metatarsianos, generalmente en el nervio que discurre entre el segundo y tercer meta o el tercero y el cuarto. Esta patología es conocida como Neuroma de Morton.
  • Al usar tacones cambiamos nuestro centro de gravedad, adelantándolo. Esto tiene graves consecuencias en nuestra estática y nuestro cuerpo debe modificar su postura para no caernos de bruces. No podemos encontrar entonces con: exceso de tensión en lumbares, rodillas y tobillos (¡sin fijarnos en los cambios que ocurren de cintura para arriba, que también los hay!)
  • La cintilla que se amarra al tobillo muchas causa, además de rozaduras e inflamaciones en el tendón de Aquiles, espolón de Haglund (formación ósea en la inserción calcánea del tendón de Aquiles).

¿Sigues con ganas de ponerte tacones? De todos modos, parece que según la situación es imposible eludir el ponerse tacones. Ante esta tesitura recuerda que cuanto más bajo sea el tacón menos daños causa.

RECOMENDACIONES:

  • Estiramientos de toda la cadena muscular posterior: gemelos, soleo, musculatura del pie e isquios, glúteos, piramidal y lumbares.
  • Nada más llegar a casa lávate los pies con agua muy fría y date un masaje con el gel por todo el pie y pantorrilla.
  • Si los días siguientes te siguen doliendo los pies aplícate baños de contraste (fría-caliente) para contrarrestar la inflamación.
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