Hoy queremos hablarte de una técnica terapéutica, que sabíamos que era buena en la teoría, pero que en la práctica nos tiene alucinados con los efectos conseguidos. Esta técnica se llama Flossing y se trata de algo tan fácil como realizar compresión sobre la estructura que queremos mejorar. ¿Cómo?
¿Cómo actúa el Flossing?
El Flossing es una técnica de tratamiento que se basa en el uso de bandas elásticas para hacer compresión. El objetivo de esta presión es disminuir el flujo sanguineo de la zona, y tú te preguntarás ¿como un torniquete?... Sí, simplificando mucho podríamos decir que hacemos un torniquete para privar de sangre a la zona que queremos tratar.
¡Tranquil@! No estamos locos, esta técnica solo se utiliza sobre unos 2 minutos como máximo así que no hay riesgo ninguno, aunque puedes pensar que sí que va a tener algunas que otras contraindicaciones.
Pero volvamos a la técnica. Una vez "hecho el torniquete" el objetivo es hacer ejercicios en los que progresivamente vayamos solicitando a la estructura (articulación, músculo, ligamento, fascia) a más movimiento, más fuerza, más estiramiento....
Una vez concluído el tiempo de tratamiento soltaremos la banda elástica y te puedes imaginar que la sangre entra como si de una cascada se tratase para "inundar" los tejidos. Para buscar un simil pensaremos en una esponja que hemos exprimido y vuelve a llenarse de agua. Conseguimos una hipermia bestial que nos ayuda a ....
Beneficios del Flossing:
Mientras está la compresión:
- efecto cizallamiento de los tejidos mejorando el desplazamiento entre planos y las adherencias.
- la compresión mejora el estímulo sobre los mecanorreceptores, esto entre otras favorece el equilibrio y propiocepción y disminución de los estímulos doloros.
Cuando quitamos la compresión:
- aumenta la irrigación arterial y el retorno venoso que además de hacer que la zona esté más vascularizada mejora el derrame inicial mejorando el dolor y la movilidad.
- drenaje de los metabolitos inflamatorios a través de la linfa.
- aporte de sustancias antiinflamatorias y reparadoras.
Indicaciones del Flossing:
En general, el Flossing podrá utilizarse siempre que haya dolor y limitación de la movilidad de las extremidades. Contraturas musculares, roturas fibrilares, esguinces, tendinitis, fascitis, síndrome del tunel carpiano, recuperaciones postcirugía...
Contraindicaciones:
La primera contraindicación y la más importante es no ser un profesional sanitario y no controlar la técnica.
- Alteraciones cutáneas: heridas, quemaduras, irritaciones...
- Alergía a la banda elástica.
- Trombosis o enfermedades del sistema vascular.
- Tumores.
- Insuficiencia cardiaca.
- Enfermedades inflamatorias crónicas: gota, artritis...
- Alteraciones en la coagulabilidad.