Rigidez de hombro, de aparición lenta y progresiva (sin haberte dado ningún golpe, o al menos que tu recuerdes). Dolor en la zona del deltoides que no te deja dormir sobre ese lado y que empeora cuando intentas mover el brazo. Pero las radiografías dicen que todo es normal....¿Te suena? Pues entonces este artículo te interesa para saber lo que te puede estar pasando en el hombro.

Antes que nada hay que hacer un poquito de historia para saber por qué hay tantos nombres para la misma cosa.

Un poquito de historia para saber que le está pasando a tu hombro:

Suele haber una confusión muy grande (y eso nos incluye a los profesionales) con lo que es y lo que no es un hombro congelado. De hecho, a lo largo de la historia se le ha llamado de varias maneras, según lo que se pensaba en cada momento que ocurría en el hombro. Curiosamente, muchos de esos nombres, asociados a teorías que luego se demostraron equivocadas, siguen utilizándose hoy en día. Algunos ejemplos:

  • 1896 según Duplay lo denominó periartritis escápulo-humeral ya que consideraba la inflamación de bursa subacromial como la responsable del dolor y la falta de movimiento en la articulación.
  • 1907 con la llegada de las radiografías, Baer observó calcificaciones en el hombro.
  • 1934, Codman ya empieza a describir algo que se parece bastante a lo que entendemos como hombro congelado.
  • 1943 según Lippman, y sus descubrimientos en quirófano, le achaca la causa del problema a la tenisinovitis bicipital.
  • 1945 Nevasier es el que saca el nombre de capsulitis adhesiva tras observar en 10 pacientes inflamación, fibrosis y rigidez de la cápsula articular. Supuestamente, la cabeza del húmero se "pegaba" a la cápsula.
  • Y llegamos a la definición más concreta hasta el momento en la que según Jeremy Lewis afirman que el término capsulitis adhesiva debería abandonarse porque no describe de manera apropiada el problema. Contractura de hombro (nada que ver con los músculos, hace referencia a un acortamiento o rigidez de la articulación) apunta en la buena dirección, pero no refleja la naturaleza dolorosa del problema, así que Síndrome de Contractura del Hombro Congelado (FSCS, en inglés) parece lo más correcto.

Desde finales de los 60, se han utilizado clasificaciones en las que se nombra así:

  • Hombro congelado primario, del que no se conoce el origen.
  • Hombro congelado secundario, que aparece tras un traumatismo.
  1. Hombro congelado intrínseco: cuando aparece después de una tendinosis calcificante, o tendinopatía del manguito rotador o del bíceps.
  2. Hombro congelado extrínseco: si ocurre después de una patología alejada del hombro, como fracturas de clavícula o del húmero, radiculopatía cervical, cirugía mamaria del mismo lado, tumores de la pared torácica o un accidente cerebrovascular.
  3. Hombro congelado sistémico: cuando ocurre en presencia de diabetes, problemas de tiroides y enfermedad cardíaca (pero ojo, porque sigue sin estar clara la relación entre estos problemas y el hombro congelado).

Síntomas

Los principales síntomas de esta patología son:

  • Disminución de la movilidad del hombro.
  • Dolor.
  • Rigidez.

El hombro congelado o rígido sin una causa conocida comienza con dolor. Este dolor impide que usted mueva el brazo. Dicha falta de movimiento puede llevar a que se presente rigidez e incluso menos movilidad. Con el tiempo, usted no es capaz de realizar movimientos como pasar la mano por encima de la cabeza o por detrás del cuerpo.

¿Qué ocurre en el Síndrome de Contractura del Hombro Congelado?

Cuando ocurre un FSCS, la cápsula articular del hombro se hace más pequeña (y gruesa), lo que lógicamente provocará que la movilidad del hombro disminuya mucho.

Hay controversia en si el número de células inflamatorias es mayor o no que en otros tejidos, y hay autores que hablan de una respuesta inflamatoria crónica con proliferación fibroblástica (que son algunas de las células encargadas de la cicatrización y la retracción de las cicatrices) parecida a la del Dupuytren1.

Incluso hay quien ha relacionado el FSCS con una bacteria2, lo que en el futuro podría cambiar mucho la manera de entender y tratar el hombro congelado (pero de momento debemos ser prudentes, de la misma manera que cuando se han encontrado relaciones entre ciertas infecciones y el dolor lumbar crónico)

Para hacer un resumen de todo lo comentado hasta el ahora: la cápsula articular cambia de tamaño y de propiedades. Es más pequeña, más rígida, y tiene células que podrían mediar una respuesta inflamatoria o contráctil tras aplicar fuerzas o tratamientos demasiado vigorosos.

Nuestro consejo desde el Centro de Fisioterapia y Osteopatía CASADO NÁJERA es que te pongas en manos de un fisioterapeuta desde el primer momento, porque si esperas a que pase solo... ya te adelantamos que se estima que entre la fase de instauración, la fase de rigidez y fase de restauración de la movilidad, puede durar ni más ni menos que 30 meses. Cuanto más dure la segunda fase, más larga será la tercera (así que parece que el tratamiento en ese momento tendrá mucho que ver con lo que te cueste recuperarte).

Algunas referencias utilizadas:

1. Bunker TD, Anthony PP. The pathology of frozen shoulder. A Dupuytren-like disease. J Bone Joint Surg Br Vol 1995;77:677e83.
2. Boyd M, Bunker TD, Gallacher S, Auckland CR, Kitson J, Smith C. Association be- tween propionibacterium acnes and frozen shoulder; a pilot study (abstract). In: British Elbow & shoulder Society Conference, University of Nottingham, United Kingdom, 25e27 June 2014; 2014.