De una correcta nutrición depende la salud, pero excederse en determinados nutrientes no beneficia, al contrario, perjudica. Últimamente las proteínas son de los nutrientes más demandados en suplemento porque, según el concepto de la mayoría, su consumo es adecuado entre quienes se ejercitan, pero ¿es esto cierto? 

 Una dieta demasiado rica en proteínas puede ser tan dañina como una en la que no haya suficientes.

¿Qué son las proteínas?
Las proteínas son moléculas orgánicas de gran tamaño que están formadas por largas cadenas de unos compuestos químicos denominados aminoácidos. Éstos pueden combinarse en cualquier forma y orden. En lo que se refiere a las proteínas humanas, están formadas por 20 aminoácidos, de los que 8 son esenciales. Nuestro organismo no puede formar por sí mismo estos últimos, por lo que es necesario obtenerlas diariamente a través de los alimentos.

¿Cómo funcionan?
Cada especie animal o vegetal está formada por su propio tipo de proteínas, incompatibles con las de otras especies. Lo que provoca que nuestro organismo no sea capaz de asimilar directamente las proteínas que obtiene de los alimentos. Para poder absorberlas y utilizarlas, es necesario que durante la digestión, y de la mano de diversos enzimas y jugos gástricos, se descompongan en sus componentes más sencillos, los aminoácidos. Una vez hecho esto, los aminoácidos pasan a la sangre y se distribuyen por los tejidos. Es ahí donde se combinan con otros aminoácidos procedentes de proteínas que se han ido degradando y forman otras nuevas, de un tipo o de otro según las necesidades del momento.

¿Para qué sirven?
Son necesarias para la formación y reparación de los tejidos. Proporcionan los materiales que constituyen los músculos, huesos, glándulas, órganos internos, así como también la piel, el cabello y las uñas.
Además, funciones como la contracción muscular, la protección inmunológica y la transmisión de los impulsos nerviosos dependen de ellas. Retrasan el envejecimiento del cuerpo y también pueden actuar como fuente de energía cuando los carbohidratos y las grasas escasean.

¿Dónde encontramos proteínas?
Al ser un elemento constitutivo de toda célula viviente, se encuentran en todos los tejidos y en casi todos los alimentos. Lo que varía, eso sí, es su concentración y su naturaleza. Según ésta, podemos establecer dos grandes fuentes de proteínas: las de origen animal (carne, pescado, huevos y lácteos) y las de origen vegetal (cereales, legumbres y frutos secos).

¿Son todas iguales?
No, las hay de mayor y de menor calidad. Depende de que la proteína contenga o no los aminoácidos esenciales y en qué proporción. Además de la calidad de la proteína, hay que tener en cuenta si ésta puede ser aprovechada por tu cuerpo. No todas las proteínas que obtenemos a través de los alimentos se digieren de la misma forma. Por ejemplo, la soja, a pesar de tener menor valor biológico que otros alimentos de origen animal, tienen un aporte proteico neto mayor pues nuestro sistema digestivo asimila mejor sus proteínas.

¿Animales o vegetales?
En principio, y exceptuando la soja, el hecho de que las proteínas animales sean de una mayor calidad que las de origen vegetal puede hacer que no decantemos por ellas. ¡¡ERROR!!. Recuerda que las primeras suelen ir acompañadas de grasas, en su mayor parte saturadas, lo que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Frente a ellas, las vegetales contienen menos sustancias tóxicas, sobrecargan menos el hígado y los riñones, son fáciles de digerir y su contenido de grasas saturadas y de colesterol es escaso o nulo. En cualquier caso, una dieta equilibrada debe incluir ambas. Lo ideal es que dos tercios de las proteínas que consumimos sean de origen vegetal y la tercera parte, animal.

¿Cuántas proteínas necesitas diariamente?
Según la OMS, un hombre adulto necesita a diario unos 0,8 g por kilo de peso corporal.
Los deportistas que se someten a un duro programa de entrenamiento necesitan una mayor cantidad de proteínas que aquellos que llevan una vida sedentaria. Sin embargo, la diferencia entre las necesidades proteicas de ambos no es tan grande como se acostumbra a creer. Según diferentes estudios, la cantidad recomendada para los que practican deportes de resistencia aeróbica se sitúa entre los 1,2 y 1,4 gramos por kilo y día, y aumenta ligeramente para aquellos que tienen un gasto energético extremo, como los maratonianos.
Estas cantidades se cubren con una dieta equilibrada sin tener que recurrir a suplementos alimenticios.

¿Qué te pasa cuando consumes menos proteínas de las que tu cuerpo necesita?

  • Cuando el cuerpo no recibe diariamente las proteínas que necesita, las busca en sus propios tejidos, lo que provoca una pérdida de masa muscular.
  • Te fatigas antes, física y mentalmente.
  • El sistema inmunológico se resiente y eres más vulnerable a las infecciones.
  • Se reduce la capacidad de eliminar productos de desecho, caso de los radicales libres, causantes del envejecimiento.
  • Los procesos metabólicos se ralentizan.

¿Qué sucede cuando tienes exceso de proteína en tu organismo?

  • El exceso de proteínas se quema en las células para producir energía. Pero a diferencia de los hidratos de carbono, su combustión es más compleja y produce residuos metabólicos, como el amoniaco, que son tóxicos para el organismo.
  • Sobrecargas de trabajo al hígado y los riñones, con el riesgo de que aparezcan problemas en ambos.
  • Estos procesos acidifican el organismo, el cual tiene que echar mano de cationes potentes como magnesio y calcio para neutralizar esa acidez. Este hecho puede provocar una descalcificación ósea, que acabe en osteoporosis.
  • El estómago segrega una excesiva cantidad de ácido.
  • Puede sufrirse deshidratación debido a una excesiva pérdida de líquidos pues los productos resultantes del metabolismo se eliminan con bastante más agua de la que bebemos normalmente.
  • Aumenta el calor corporal.
  • El organismo sufre un envejecimiento prematuro.

La efectividad de la ingesta de estos suplementos puede comprobarse a corto plazo, sin embargo los efectos adversos se constatan a largo plazo.
¿Sigues pensando en que necesitas de suplementos proteícos? Realmente con una dieta equilibrada es más que suficiente para aportar al organismo la cantidad que necesita diariamente de aminoácidos. Por ello, el consejo que te damos desde el Centro de Fisioterapia y Osteopatía CASADO NÁJERA es que consultes con un nutricionista, ya que es el profesional que está capacitado para elaborar una dieta equilibrada y personalizada en función de tus necesidades.