La tortícolis muscular congénita es una deformidad del cuello, relativamente frecuente, que se presenta en el recién nacido o que se manifiesta durante los dos primeros meses de vida y que se asocia a un acortamiento del músculo esternocleidomastoideo. Si no es tratado a su debido tiempo puede desarrollar deformidades craneales y retrasos en el desarrollo psicomotor del bebé.

SINTOMATOLOGÍA:

  • El niño siempre tiene la cabeza inclinada hacia el mismo lado. La oreja se acerca al hombro mientras la barbilla gira al lado contrario.
  • Presenta dificultad para girar hacia el otro lado.
  • Se puede notar un bultito en forma y tamaño de una oliva a nivel del músculo lesionado (esternocleidomastoideo) durante los 3 primeros meses de vida.
  • A menudo el niño presenta una asimetría facial con un discreto aplanamiento del cráneo lado afecto (plagiocefalia), que en algunos casos puede persistir a pesar de la corrección de la tortícolis, sobre todo si ha sido diagnosticado y tratado tardiamente.


TRATAMIENTO
Debe comenzar en cuanto se detecta la deformidad, es decir, recién nacido o en los primeros meses de vida y el porcentaje de curación completa sin deformidades llega a alcanzar el 90%.
Tanto la fisioterapia como la osteopatía pueden ayudarnos tanto a diagnosticar cual es el problema que presenta nuestro bebé como a mejorar los síntomas.
La osteopatía diagnosticará y tratará de forma no invasiva la deformación craneal asociada de nuestro bebé, mejorando la movilidad de su columna así como ayudando a restablecer la normalidad de su estructura craneal.
La fisioterapia se encargará de mejorar el estado de dicha musculatura mediante técnicas de masaje clásico, movilizaciones pasivas, mediante estiramientos, y técnicas activas, a través de juegos, de la cabeza y cuello del bebé, siempre teniendo en cuenta el conocimiento del desarrollo motor.
Una parte importante del tratamiento en consulta será enseñar a los padres a realizar los ejercicios y cambios posturales oportunos ya que serán los encargados de ayudar de forma activa al mantenimiento de una correcta higiene postural y movilidad activa del cuello mediante juegos y suaves estiramientos.

CONSEJOS:
Aquí os dejamos algunos consejos:

  • Situación de la cuna: el niño debe recibir los estímulos siempre en el sentido de la corrección de la deformidad.
  • Cambiar regularmente la posición del niño evitando posturas incorrectas que empeoren la tortícolis.
  • Intentar que los juguetes y cualquier estímulo verbal o visual sea en sentido correctivo.
  • Cuando esté despierto y boca arriba, se coloca una almohadilla sobre el lado de la contractura para que eleve la cabeza.
  • A la hora de llevarlo en brazos, colocar al niño con la cabeza girada en el sentido contrario a la deformidad e intentar mantenerlo con vuestro mentón.
  • Hay que intentar darle el pecho del lado contrario para que la posición sea la correcta.