Estoy segura que conoces de sobra el músculo soleo, y si practicas deporte más aún. Pero en este artículo he querido hablarte de curiosidades que seguramente no conocías. ¿Preparad@?

El soleo es uno de los ejemplos de dolor referido a distancia por excelencia, es decir provoca dolores en zonas alejadas de él y entre las que puede o no haber relación anatómica directa.

Dolores referidos del soleo:

Para quien no conozca el soleo, lo podemos encontrar en la pantorrilla, ubicado debajo de los gemelos y generalmente cuando está lesionado envía dolor al talón (tendón de Aquiles) y a la pantorrilla (dolor local).

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Pero como ya hemos comentado antes, este músculo es un poco peculiar y tiene posibilidad de provocar dolor referido a distancia. El dolor irradiado de este músculo también puede reflejarse en el sacro (articulación sacro-ilíaca) dándonos la sensación de estar sufriendo una lumbalgia o sacroileitis.

Aunque sin duda alguna el dolor irradiado por el soleo más raro y a más distancia lo encontramos reflejado en la cara y la mandíbula donde puede agravar los síntomas de la Disfunción Temporo-Mandibular y dolor dental (dolor de muelas).

Soleo: el segundo corazón:

El soleo tiene una importante función vascular, ya que con su potente contracción-relajación a la hora de movernos, favorece el retorno venoso en la parte más distal (alejadas) de las piernas. Así que podemos entenderlo como “el segundo corazón”.

Las tensiones y restricciones en soleo y aductores pueden provocar serios problemas de retorno venoso que sea la causa de pies fríos, incluso jaquecas y dolores de cabeza por alterar el retorno venoso al corazón.

Las medias de compresión que llegan por encima de la rodilla y las vendas apretadas serán una buena ayuda para facilitar el retorno venoso.

Cuando el soleo no puede trabajar como “el segundo corazón” debido a la inactividad o a la constricción, puede haber efectos secundarios peor que incluso una jaqueca. Reuniendo y coagulando de sangre las extremidades más bajas está implicado en la trombosis profunda de la vena, también conocida como “trombosis de la línea aérea” o “Síndrome de la clase turista” debido a las consecuencias de un asiento apretado en el avión y de períodos largos de la inactividad.