La respuesta es fácil: NO. Si quieres saber por qué sigue leyendo.

Pongamos el caso de la espalda y el porqué no es bueno crujirse las vértebras.

Siempre que unas vértebras suenan con facilidad existe una hipermovilidad (las vértebras se mueven demasiado, más de lo que les correspondería en circunstancias normales). Esto no es más que una compensación a una hipomovilidad (poco movimiento de las vértebras vecinas) en un nivel superior, inferior o ambas cosas a la vez.

Un ejemplo fácil de enterder: tienes una empresa con 10 trabajadores para hacer una tarea. Cuatro de ellos no hacen su trabajo mientras los otros trabajan lo suyo y lo de los otros cuatro porque el trabajo debe salir adelante a diario.¿Quién sufre? ¿Quién se queja? ¿El que no hace nada nunca o el que está todo el día pringado? La respuesta es clara.

Lo que haces cuando crujes estas vértebras con tanta facilidad es mover más aún las hipermóviles, por lo que éstas van a sufrir mucho más y a la larga pueden inflamarse y decirte que ya no quieren moverse provocando mucho dolor (artritis); y lo que es mucho peor, será en estos niveles hipermóviles donde se dé el desgaste a largo plazo (artrosis). Por el contrario las vértebras que no se mueven seguirán sin moverse.

“Pues yo, me siento muy bien cuando me hago crujir la espalda”

Claro. Pero ten en cuenta que es un alivio temporal y ficticio.

Volvamos al ejemplo de la fábrica: si en tu empresa de 10 empleados, ves que el trabajo no sale y pegas cuatro chillidos, lo que sucederá es que en el corto plazo el trabajo saldrá adelante con el consiguiente placer, pero solo a costa de que los currantes trabajen más, los vagos se harán los despistados y no participarán más. Pero... ¿a medio plazo? ¿No crees que los buenos trabajadores se hartarán o se pondrán enfermos? Y a largo plazo, lo más probable es que se busquen otra empresa y se marchen. En tu espalda, sucede igual. De hecho nunca es suficiente: siempre quieres crujirte otra vez y sabes bien que en el fondo no te ayuda.

¡Y ya no hablemos si el que te “cruje la espalda” es tu amigo, que no tiene ni idea de lo que hace!

“Y entonces,¿qué hago para no crujir la espalda?”

Nada. Solo dejar que las ganas de crujirte y de hacerte sonar la espalda se calmen. Aguantar y dejar que se te olvide. A cambio de eso puedes ayudarte a ti mismo haciéndote algunos automasajes, practicando unos ejercicios de movilización o estiramientos que también te pueden ayudar a sentirte mejor, y si no...¡Ve al fisio!

“Pero y si mi fisio me hacer crujir la espada... ¿Sí vale?”

Tras una valoración de la movilidad el fisioterapeuta solo manipulará las vértebras hipomóviles. Ésto será equilibrador para el sistema y es lo que hace que los síntomas mejoren.

Volviendo al ejemplo de la fábrica, la manipulación de un profesional hará que todos los trabajadores se pongan a trabajar al mismo ritmo y el trabajo salga para adelante.

No lo dudes, cuanto menos te hagas crujir la espalda, menos te lo pedirá y seguramente menos dolores y malestar tendrás.